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COLONOS y OBREROS FUNDADORES.

“El 28 de marzo un grupo de colonos y obreros se alojaron en esta finca del “Bravero” y con sus hijos lograron el constante progreso del poblado de Balboa”. Placa conmemorativa, situada en la puerta del Ayuntamiento en honor a nuestros mayores en el 40 aniversario de Balboa, 1992.

Antes del establecimiento de los primeros colonos, se llevó a cabo una previa selección de los candidatos según los objetivos sociales marcados por el Instituto Nacional de Colonización (I.N.C.).
Los criterios principales, que se aplicaron, fueron:
La edad entre los 23 y 50 años. Estado civil casado o viudo con hijos, profesión agrícola y carencia de taras hereditarias.
El grado de instrucción, saber leer y escribir.

La mayoría se reclutan entre obreros fijos agrícolas y aparceros en tierras de secano. Los aparceros parecían ser los más aptos para la colonización debido a su experiencia real con miras a convertirse en propietarios. Por tanto, se prefieren a los minúsculos propietarios y el arrendatario estable, que padecían una situación precaria.
Asisten a un cursillo de dos meses de duración, que sirven de examen. Los conocimientos teóricos son llevados a la práctica, con la ayuda de capataces.

Con la comunicación de que su solicitud ha sido aceptada, comienza una nueva aventura. Se le advierte que hasta la primera cosecha han de vivir en gran parte a expensa propia.

Comienza la salida de los propios pueblos con un mínimo ajuar (ropa, muebles y utensilios domésticos) y una cantidad media de unas pocas pesetas. Desde unos que disponían de ahorros de algún pedazo de tierra vendida hasta los más pobres que llegaron con poco más que lo puesto.
El equipo inicial era una casa, una parcela de cultivo, ganado de labor, elementos de cultivo y ganado de leche. La colonización toma por base la explotación de la unidad familiar. Los padres e hijos en solidaridad afrontan la nueva aventura.

Al comenzar el periodo de acceso a la propiedad el I.N.C. ha fijado unas cuotas de amortización y consecuentemente la plena autonomía en la explotación de la parcela.

Balboa es un pueblo de raíz extremeña. El grupo de colonos que llegaron por primera vez al territorio fue de 78 familias, de las cuales 64 se asientan en el poblado y las restantes permanecieron en su domicilio en Talavera la Real. Los 156 esposos venían acompañados por 306 hijos. El promedio era de 4 hijos.Las casas se sortean teniendo en cuenta el número de hijos de los colonos.

Los primeros colonos llegaron al pueblo el día 11 de noviembre de 1958 y fueron: Domingo Camello Soto, Manuel Lobo Escudero y Francisco Cano Palacino. El día 12 llegaron Faustino Escarramán Moreno, Andrés Quintero Boza y Cecilio Gomero Muñoz.

Pueblos de procedencia
Colonos
Aceuchal
6
Alburquerque
6
Azuaga
2
Badajoz
2
Carmonita
2
Cordovilla de Lácara
6
Esparragosa de Lares
5
Fregenal de la Sierra
13
Malcocinado
1
Puebla de Sancho Pérez
3
San Vicente de Alcántara
7
Santa Marta
1
Talavera la Real
14
Trasierra
2
Villar del Rey
10

En 1958 nombran presidente de los colonos a Pablo Ruíz Carrasco.

Nos encontramos ante un tipo de emigrante excepcional, ya que son todos aceptados al no haber sociedad alguna predeterminada, pero su desorientación en la adaptación, crea en ellos una conciencia de solidaridad en el intercambio de utensilios y la colaboración en el trabajo, al ser todos iguales sin posibilidad de protagonismo.

Durante el periodo de tutela (1958-1962) las decisiones las toma el representante del I.N.C. tanto en el plan de cultivo, superficie a destinar a cultivo, épocas de cultivo, rotación, etc. como las a efectuar y los productos a utilizar (semillas, abonos, insecticidas…) corriendo a cargo del mismo los importes. Sin embargo, en una pequeña entidad de la parcela tienen libertad absoluta para cultivarla a su beneplácito.

Las actitudes del colono ante la Colonización son contrarias. Se mezclan en su ánimo una gran esperanza y una vaga inquietud por el futuro. La impaciencia por el acceso a la propiedad ha desazonado a los colonos de tal forma que hasta que no tuvieron en su poder las escrituras notariales, no tomaron las tierras como propias.

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